viernes, enero 29, 2010

Mon Pierre



Llueve. Llueve en mi mente
Chapotean dentro los niños las piedras las gotas lo neumáticos en los charcos
Llueve, llueve en mi mente
Miro mirar mi ventana con la languidez que la música representa
Miro mirando a mi bien sabida melancolía a través del cristal, imaginando el coclear de la lluvia dentro de la canción
En el alféizar que a ella tanto le gusta recargar su espera
¿Dónde estás? Me pregunto, temo decir las respuestas más obvias
En otro ciprés metiendo ese corazón de clochar al que espero
Si lejos o cerca, si pensando en mí o complaciéndola
Llueve, llueve en mi mente
Miro mirar mi consuelo marcharse
Con mis horas
Con mis pensamientos
Que han llegado a ser sinónimo de ti
Ojos secos que no se cansan de pestañear mirando mirar cómo la besas
Mi boca seca resentida
Esperando esperar que vuelvas
Pero no con rosas ni con actos cordiales de la masculinidad
Pero no contigo, si no sin ti
Sin el que me deja
Sin el que me engaña
Sin el que llega sin que le inviten y se va sin que le larguen
Sin el conquistador,
Sin el que trae con él a mis viejos duendes del amor
Quiero a Pierre bajando de su coche en la alameda
Quiero el tejado destrozado,
Quiero la misma hermosa lluvia y hasta al mismo dios al que has invocado,  para decir:
Oh mon Dieu, que c'est joli, La pluie
Llueve, llueve en mi mente
Miro mirarte lejos con ese beso que no me das, Mon Pierre

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martes, mayo 19, 2009

Nombre o dirección.



Alguien debe tomar registro de tu muerte
que no sea el tanatólogo
o el secretario dipsuesto por su sueldo a capturar los datos de tu desenso.
Alguien como un poeta que aun no existe
alguien como un escritor escondido en una recámara lejana del Uruguay
alguien como un relator del mundo que todavía no nace para tal
Como espíritu o esencia parecida estarás
presenciado el teclear de la máquina que oficia tu muerte
desde un ricón de la sala burócrata
con sólo ahora la memoria por capturista
resumiendo con poesía la ironía del acontecimiento
tu voz aguarrentosa, vieja, está
en medio de los presentes
relatando sin prisa y sin falla gramatical
cómo se toma nota del fallecimiento de un hombre a quien bien la sociedad llamó poeta
Empezarás tu última etopeya con la historia de cada personaje
ahí está el cansado hombre que mecanografea tus datos más impersonales
como nombre y dirección
dos o tres de tus cercanos más valientes
dictarán de memoria tus datos más impersonales como nombre y dirección
Pero no son los únicos que certifican tu defunsión
al unísono teclear de esa misma máquina
centenas de secretarios de latinoamérica
están tomando nota desde sus cabezas
datos más personales que tu nombre, que tu dirección
Para éstos no hay formas dónde firmar
para éstos no hay honorarios ni límite de hoja
éstos no dirán a los familiares: sería todo
para éstos las palabras registradas no tendrán validez oficial.

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